El año es 2014. Mercedes lanza el SUV más pequeño de su gama, el GLA, basado en su nuevo compacto Clase A. Un éxito para Mercedes, aunque las cifras de ventas no alcancen las de sus competidores BMW X1 o Audi Q3. En 2016, cuando Mercedes vendió 7.300 GLA, Audi vendió
Tras encuestar a sus clientes, Mercedes se dio cuenta de que al GLA le faltaba un toque de SUV, precisa el concesionario de coches segunda mano Crestanevada. No está mal, por cierto. Cuando salió al mercado, se podía considerar como una versión elevada y carrozada de la Clase A, ni más ni menos. No es precisamente un aventurero nato, ya que su distancia al suelo, similar a la de un sedán, se limita a 104 mm. Pero la moda de los SUV ha llegado y se ha ido, por lo que era imprescindible injertar algunos cromosomas itinerantes en el ADN del GLA…
¿Y cómo lo hicieron? ¿Una revisión completa del estilo para afirmar su carácter? ¿Una parrilla más vertical como la de los Peugeot 2008 y 3008? ¿Adoptar una gama de cambios corta? No. Nada de eso.
La respuesta de la estrella a esta demanda fue principalmente ofrecer el paquete de suspensión «Off-Road Comfort», antes opcional, de serie en casi todos los modelos. En concreto, esto significa que la distancia al suelo se ha elevado en… 30 mm. Sí, 3 pequeños centímetros. ¿Esto convierte al GLA en un SUV? Lo dudamos. Si efectivamente los pasos de rueda están más alejados de los neumáticos, si efectivamente un ojo bien informado lo nota, nos quedamos en una distancia al suelo de 13,4 cm, es decir, menos que un… ¡Renault Megane 4 (14,5 cm)! Además, el acabado alto Fascination, elegido por el 40% de los compradores, no se beneficia de esta ayuda al crecimiento…
Pero dejémonos de ironías, sigue siendo mejor que antes, y te permitirá pasar por unas cuantas carreteras más huecas, donde la antigua se habría quedado tan pegada como un trozo de perejil entre los dientes…
Además, los cambios estéticos son bastante menores. Parrilla revisada, ahora con perforaciones cromadas rectangulares (será la firma de todos los futuros SUV, ya adoptada por el Clase E All Terrain), fascias delanteras y traseras rediseñadas, nuevos faros antiniebla, nuevas luces traseras y nuevos umbrales de puerta en negro mate. Eso es todo. El tamaño y la forma generales siguen siendo los mismos. Los faros tienen la misma forma pero adoptan la tecnología LED de serie a partir del segundo nivel de equipamiento.
En el interior, hace falta un ojo más que perspicaz para detectar los contadores revisados, los contornos modificados de las salidas de aire y una nueva fila de botones. La calidad de construcción es decente para ser premium, pero Audi lo hace aún mejor.
En el interior, los cambios son aún más sutiles, si no invisibles sin el antiguo modelo delante. Las bases y los ejes de los contadores se han rediseñado, al igual que los respiraderos. La fila de botones bajo la unidad de radio es nueva y, como suele ocurrir en los restylings, los revestimientos y la tapicería del salpicadero se han enriquecido con nuevos materiales y colores. Por último, la pantalla multimedia pasa a tener un tamaño de 8 pulgadas a partir del tercer nivel de equipamiento, y de 7 pulgadas por debajo.
Por otro lado, se han ampliado las opciones de equipamiento, con la posibilidad de optar por cámaras de 360 grados para facilitar las maniobras, una función para abrir el portón trasero eléctrico «a patadas», es decir, pasándolo por debajo del parachoques trasero, y el desbloqueo y arranque sin llave. El botón «Dynamic Select» también hace su aparición en la consola central. Permite cambiar los modos de conducción entre eco, confort y sport, lo que afecta a la dirección, la respuesta del motor, la caja de cambios (cuando es automática) y el aire acondicionado. También hay un modo personalizable.
En el aspecto técnico, es el statu quo. Es muy sencillo: no se ha hecho ningún cambio. Nada. Mercedes debió considerar que no avanzar no era retroceder. Nosotros habríamos pensado lo contrario. Pero que así sea. Ah, sí… la versión 45 AMG, muy radical, ha ganado 21 CV y ahora cuenta con 381.
Así, encontramos en gasolina la versión 180 con 122 CV y 200 Nm, la 200 (156 CV y 250 Nm) y la 250 (211 CV y 350 Nm). Por el lado de los diésel tenemos el 180d, un motor Renault de 1,5 litros con 109 CV y 260 Nm, el 200d, un motor de 2,2 litros con 136 CV y 300 Nm y el 220d, el mismo motor de 2,2 litros con 177 CV y 350 Nm. La versión AMG sigue siendo un 2.0 turbo con 381 CV y 475 Nm. Este último está necesariamente equipado con la tracción total 4Matic, que sigue siendo una opción en los 250, 200d y 220d. La caja de cambios de doble embrague 7G-DCT es obligatoria cuando se lleva el 4Matic y opcional en todos los motores excepto en el 220d, que la lleva de serie.