Mercedes está haciendo algo divertido para la Clase G número 500.000 y nos parece genial.
Se puede elegir entre evolución y revolución, y Mercedes lleva años eligiendo la evolución con la Clase G. Los verdaderos entusiastas del automóvil pueden precisar con exactitud cuándo el Geländewagen introducido en 1979 recibió sus oportunas actualizaciones y lavados de cara, pero en realidad, todo el periodo de vida de 1979 a 2017 fue una generación. Con la segunda generación, la tecnología sufrió una importante revisión, pero la carrocería se mantuvo casi idéntica a la de su predecesor.
El original de 1979 La «segunda generación» de 2018
Retro
Sin embargo, la Clase G es ahora un SUV un poco más premium y un poco menos Geländewagen. Eso sirve mejor al mercado, pero es una lástima para los entusiastas de los todoterrenos robustos. Para esa gente, por cierto, existe el G Professional. Si tomas esa receta, pero la haces un poco más retro, consigues algo muy chulo. Mercedes hace precisamente eso con una versión especial de la nueva Clase G que se parece a la antigua.
Volver a las raíces
Uno toma la entrada básica del G Professional y le añade una cremallera de rasgos antiguos. Por ejemplo, el frontal de plástico negro, que solían tener todos los Clase G. También hay rejillas integradas en las luces para evitar que los objetos rompan el cristal de las luces, de nuevo algo que la Clase G tiene en abundancia. Los intermitentes, que se sitúan en la parte superior del paso de rueda en lugar de en el faro, se han hecho de color naranja. Cristales de los faros naranjas en un coche nuevo: brillante.
Para rematar el coche, ha recibido unas llantas de cinco radios de aspecto clásico, una cubierta de tela para la rueda de repuesto y un color histórico: el Verde Agave, uno de los colores originales del G. El conjunto es un aparato genial.
La razón de ser de esta Clase G especial es que se trata de un modelo de celebración. Al fin y al cabo, se trata del Mercedes Clase G número 500.000 jamás fabricado. Ahora bien, en cifras exactas no es una cifra enorme (500.000 coches en 44 años), pero demuestra lo sostenible que es la Clase G contra toda lógica. El coche salió de la cadena de montaje de Magna Steyr (Austria), como lo ha hecho históricamente la Clase G durante años. Por cierto, no se trata de un adiós a la Clase G, ya que Mercedes subraya una vez más lo emblemática que es la Clase G para la marca.
Eléctrico
El año que viene se cumplirán 45 años de producción de la Clase G y Mercedes desvelará por fin el Clase G eléctrico denominado EQG. Si nos atenemos a los conceptos, una vez más no hay que esperar ninguna revolución en términos de estilo.
¿Y la excepción? Sigue siendo una pieza única. Para el Museo Mercedes, o algo así. Lástima, porque con esta especificación nos encantaría un Mercedes Clase G. ¿Buscas vehículos de ocasión? Encuentra tu próximo coche en Crestanevada.